Latigazo

Me lleva
me arrastra
atrae mi
               mirada.
Imán de energía
lo siento llegar,
lo veo partir
y algo en mi interior
              tira de mí,
              tira hacia sí.
Nos une una fuerza
que él parece
no sentir
y es en mí tan intensa
que me arranca de mí
dejando mi cuerpo
              vacío,
              sin fuerza,
              muerto,
carente de vida.

Es entonces
que le pierdo,
desaparece,
no siento en mí
               su energía
y mi alma aturdida,
como un elástico
estirado al máximo,
se abalanza acelerada
a mi interior seguro
golpeando en un latigazo
mi rostro mojado.

Paranoyas

Vivo en un mundo de cojín,
                                                de plumas,
vivo rodeada
de puertas cerradas,
                                   mirillas abiertas,
ángeles cautivos
que pasan por mis ojos
y recorren de espaldas
caminos sin cerrojos
libres de ataduras.
Cojo un lápiz y no encuentro
el hogar de los sueños
que vuelan y no quieren rendirse
a palabras sin sentido,
que todo el mundo está vacío
y ya no entiendo
                              corazones,
miradas subverticias
que esconden un mundo,
                                           o la nada,
                                           o un sueño,
                  fantasía inventada.

Todo es nube, nada queda
cuando baja la marea
se hunden mis pies
en arenas prohibidas,
blandas orillas.
Me hundo en mares
de colores e ideas
y nunca llego al fondo
porque no sé dónde está,
puede que haya llegado ya
y aun no lo sepa,
pero sigo hundiéndome
en platos de sopa.

Soy un clavo que asoma
entre maderas podridas
sin poder amarrarlas,
viendo cómo el martillo de la espera
destroza mi cabeza.
Voy a estallar en mil pedazos,
voy a saltar a otro mundo,
                                           mi mundo,
voy a ser otro, a ser paloma,
león, ciervo o pirata.

La cadencia
de un ritmo
sin sentido
empuja
mis sienes
al vacío.

Quiero escapar del huracán
que no deja que piense
mi verdad.
Sólo pienso mentiras y pájaros
que vuelan y se van
sin haberlos conocido.
Y así se ha ido todo,
la manta que me cubrió
se ha deshilachado,
ha desaparecido,
y el frío de tus labios
lo he perdido.

Soy un punto entre las
estrellas
que ha sido olvidado
por los vivos.
Soy muerto, estoy vivo,
Pero no soy yo quien escribo
                                ¿o no escribo?
                               Solo espero, espero,
y me muero,
poco a poco,
                        en silencio,
viendo cómo los árboles
se despiden de sus amigos.

Muro

Me pierdo entre cabezas
ya no sé que pensar,
                qué sentir,
no controlo lo que pasa
no sé si vivo o sueño,
si vivo un sueño
o sueño que vivo
lo que sueño.
Ya no entiendo
cada gesto,
no controlo
sentimientos
que sólo existen
en mi mente,
necesito
             un intérprete
que me explique
qué está pasando
a mi alrededor,
porque mis ojos
ya no ven el alma
de los hombres,
porque no consigo
leer pensamientos,
porque se han dormido
mis sentidos
y los libros abiertos
que antes leía
en una mirada
están borrosos,
porque ha aparecido
un muro de ladrillo
impenetrable,
incomprensible
con una puerta abierta
por la que ya no sé si veo
                              o sueño.

Lo que nadie puede ver

Mi mente se despega
se sumerge,
no me espera,
y yo corro
tras de mí,
persigo pensamientos
me persigo y no me llego,
jamás un torbellino
tan lleno, tan vivo,
sacudió mi alma,
confundió mi mente,
porque he sentido
el mundo entero
en mi interior,
porque he visto
lo que soy,
lo que nadie
puede ver.
Y tengo miedo.