Ante mí se abren todos los caminos,
ante mí se extienden, vírgenes, vacíos
y tan solo yo decido
cuáles son los elegidos.
Tras mis pasos mueren sin haber nacido
las posibles sendas que nuca han sido,
quedarán en el olvido
las vidas que no he vivido.
Día a día creo
un futuro siempre nuevo,
eligiendo mi destino
sin saber qué vendrá luego.
De lo salvaje
Huyo del saber que clasifica
y atrapa en el pasado,
ese que ordena y delimita
matando lo observado.
Porque lo vivo no es madera
que pueda desprenderse del follaje,
porque la asepsia nada crea
vivo buscando el caos
de lo salvaje.
y atrapa en el pasado,
ese que ordena y delimita
matando lo observado.
Porque lo vivo no es madera
que pueda desprenderse del follaje,
porque la asepsia nada crea
vivo buscando el caos
de lo salvaje.
El bosque en cada árbol
Desdibujando el foco
con que observo la realidad
voy reuniendo poco a poco
apariencia y verdad.
Es tras el claro borde
que define y delimita
donde la vida esconde
su esencia que palpita.
Y cuando el mundo se difumina,
percibo en sus fronteras algo
que todo lo une… e ilumina
el bosque en cada árbol.
con que observo la realidad
voy reuniendo poco a poco
apariencia y verdad.
Es tras el claro borde
que define y delimita
donde la vida esconde
su esencia que palpita.
Y cuando el mundo se difumina,
percibo en sus fronteras algo
que todo lo une… e ilumina
el bosque en cada árbol.
Cuando tú las nombras
Vuelve la luz de los días
en que todo es de sombras
y empieza
una nueva vida
que nace y se despereza
cuando tú la nombras.
Porque nada existe
hasta darle forma
y es tu voz
la que transforma,
la que el mundo viste
y hasta el sol
conforma.
en que todo es de sombras
y empieza
una nueva vida
que nace y se despereza
cuando tú la nombras.
Porque nada existe
hasta darle forma
y es tu voz
la que transforma,
la que el mundo viste
y hasta el sol
conforma.
Centrado en mí
Centrado en mí
nada me tambalea,
pues no soy yo
quien danza y brega
con cada piedra
que arrastra la marea.
Pues no soy yo quien camina,
quien se levanta cada día
esforzándose por verme.
Yo soy aquel que nunca duerme,
quien de lo alto vigila
y aun después de la vida,
existe.
Soy aquel que nunca viste,
soy quien guía el camino,
quien recoge lo aprendido.
Yo soy el fuego
que tu centro habita.
Soy el soplo divino
que en ti
palpita.
nada me tambalea,
pues no soy yo
quien danza y brega
con cada piedra
que arrastra la marea.
Pues no soy yo quien camina,
quien se levanta cada día
esforzándose por verme.
Yo soy aquel que nunca duerme,
quien de lo alto vigila
y aun después de la vida,
existe.
Soy aquel que nunca viste,
soy quien guía el camino,
quien recoge lo aprendido.
Yo soy el fuego
que tu centro habita.
Soy el soplo divino
que en ti
palpita.
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