Buscando dónde pisar
en mis miedos veo
escondida
la senda para avanzar,
pues al ser conocida
me ofrece un suelo
sobre el que puedo
diferenciar lo verdadero.
Canta donde nadie oye
Canta donde nadie oye
un pájaro sin voz
y en su canto se intuye
el alma de un Dios.
Canta y al cantar destruye
los límites del tiempo,
sin tierra donde apoye,
canta sobre el viento.
En su canto bulle
un crear sin muros
que ilumina y fluye
inocente y puro.
Canta donde nadie oye
canta,
en lo más oscuro.
un pájaro sin voz
y en su canto se intuye
el alma de un Dios.
Canta y al cantar destruye
los límites del tiempo,
sin tierra donde apoye,
canta sobre el viento.
En su canto bulle
un crear sin muros
que ilumina y fluye
inocente y puro.
Canta donde nadie oye
canta,
en lo más oscuro.
A las nubes duermo
Volando, volando, en raudas vengo
nubes que envuelven, no me detengo
blancas flotando, sobre dos ruedas
fluyo esquivando, ellas me llevan.
Y al emerger
en mi consciencia
ritmos menores
desaparecen
hechas jirones.
Vuelvo dentro de mis contornos:
despierto al mundo,
a las nubes duermo.
nubes que envuelven, no me detengo
blancas flotando, sobre dos ruedas
fluyo esquivando, ellas me llevan.
Y al emerger
en mi consciencia
ritmos menores
desaparecen
hechas jirones.
Vuelvo dentro de mis contornos:
despierto al mundo,
a las nubes duermo.
La batalla de Clavijo
Al murmullo del pilón
los olivos contonean
los frutos que al sol
maduros cimbrean.
Silenciosa oración
que precede a la batalla
invocando al patrón,
la tierra calla.
Su blanca visión
que nada empaña
exalta el corazón
de cuantos acompaña.
A una sola voz
el pueblo estalla:
¡Santiago el Mayor,
patrón de España!
los olivos contonean
los frutos que al sol
maduros cimbrean.
Silenciosa oración
que precede a la batalla
invocando al patrón,
la tierra calla.
Su blanca visión
que nada empaña
exalta el corazón
de cuantos acompaña.
A una sola voz
el pueblo estalla:
¡Santiago el Mayor,
patrón de España!
Donde nadie habla
Escucho
donde nadie habla
y veo
que al guardar la calma
es mucho
lo que el mundo dice,
que puedo
dejar que se deslice
su esencia en mi alma
destilándola en palabras.
Arde la ciudad
Arde la ciudad
al límite del día,
arde anhelando
la noche fría,
arde y llega tarde,
pues no hay quien viva
en este inmenso llano
de asfalto y muerte,
donde hasta el aire arde.
Silencio inerte.
al límite del día,
arde anhelando
la noche fría,
arde y llega tarde,
pues no hay quien viva
en este inmenso llano
de asfalto y muerte,
donde hasta el aire arde.
Silencio inerte.
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