Simpatía/antipatía

Rítmico alternar
que en mi alma se sucede,
sueño y despertar
que me enseña, que me mueve.

Guío mi mirar
dentro y fuera a cuanto ocurre,
buscando la verdad,
que vive entre rojos y azules.

Y así observo tras tu piel
esa luz que te alimenta,
la que te hace ser,
la que te despierta.

Sabiéndote otro,
eres parte de mí,
pues es tan solo en nosotros
que el mundo puede vivir.


Yo no soy quien camina

Yo no soy quien camina
por senderos prefijados,
quien descubre en cada esquina
nuevos mundos olvidados.
No soy quien vive esta vida,
no soy quien te da la mano.

Soy quien de arriba mira
decidiendo el trazado,
yo soy el que nunca olvida,
los paisajes ya velados,
quien aprende cada día
quien te ama como hermano.



El camino del Grial

Buscando un sueño
que nunca llega
mis pies me llevan
allá donde terminan las fronteras.

Avanzo lento
por un camino
tan solo mío
siendo hoy ya por todos conocido.

Y pronto veo
que a cada paso
por dentro abrazo
los dobles que me empujan al retraso.

Un día llego
al fin del suelo
un mundo nuevo
me lanzo en su fluir alzando el vuelo.

En él prendido
por fin percibo
que hay mil caminos
abriéndose doquiera que ahora miro.

Escucho y callo
un blanco gallo
me muestra los senderos que en mí hallo.

Y voy al centro
del cáliz dentro
espacio que se abre en el encuentro.





Inteligencia artificial frente a inteligencia cósmica

Ante la fría piel
que cubre la última tecnología,
ante el avance cruel
del limpio metal frente a la vida,
ante la etérea red
que une y secciona y nos cautiva.

Abre el espacio que habita
en las honduras del ser,
tiende tus lazos e invita
a quien te quiera conocer,
muestra tu alma desnuda,
que nada debes temer,
siente la fuerza que muda
y se renueva cada vez.




La piedra

Fluyo cual río por los costados
de esta roca hoy dormida,
deconstruyendo los cortes dados,
voy sanando las heridas.

Escuchando con mis manos
la vida bullente que ella encierra,
voy hallando a mis hermanos
palpitando al ritmo de la tierra.



Encuentros humanos

En esta casa que erigimos,
de silencios saturada,
se despierta lo más vivo
que en nosotros descansaba.

Descifrando los motivos
que traslucen tu mirada,
te conozco y soy movido
por tu palabra sosegada.

Permitiendo que en el centro
nazca nueva, inesperada,
va emergiendo de este encuentro
la verdad del alma humana.




Cuando la piel se resquebraja

Cuando la piel se resquebraja
mostrando un sol en su interior,
y ves el alma sin mortaja,
brillante, atémporo motor.

Tiemblan los átomos que encajan
formando un cuerpo alrededor,
porque se saben la más baja
fase en la eterna evolución.

Y descubierto, el ser destella,
radiando al mundo su calor,
no existe una entidad más bella,
pues es su esencia puro amor.

Despierta entonces la consciencia
de ser igual en condición,
es la razón de la existencia
entrelazar el corazón.



Materia y espíritu

Desde los tejados
de la gran ciudad
miro ambos lados
de la realidad.

Uno denso, enorme,
heredad dormida,
otro etéreo, informe,
que le da la vida.

Uno con los ojos
de mi rostro veo,
otro que en mí acojo
y entre líneas leo.

Trato de ligarlos,
comprender su esencia,
hoy sé que entre ambos
baila la existencia.



Ayer cuando dormías

Ayer cuando dormías
te vi bajo la higuera,
soñando con la vida
que aún no era.

En negra noche cósmica
forjaste tu destino,
entrando a esta órbita
dormiste en el olvido.



Las puertas del Leteo

Se abren las puertas
del río Leteo,
aún no estoy muerta,
mas veo.

Sublime calor
que irradio y me invade,
pues es el amor
la llave.