Buscando en lo
más profundo
del sólido
indivisible
la esencia de
este, mi mundo,
oculta en lo
invisible.
Sumergiendo mi
consciencia
en honduras
insondables,
hoy pongo vida a
la ciencia,
dejo al cosmos
que me hable.
Y así escucho ese
murmullo,
canto eterno y
silencioso,
que meciéndolo
en arrullo
crea un cielo
tan hermoso.
Tras poner mi
ser en calma
hoy me empapo en
la materia,
esperando ver el
alma
resurgiendo
desde ella.