Fluye
profundo el río en
el que ahora miro, cada
ser humano es
arrastrado en
este lento camino hacia
un destino aún
desconocido. Y
vamos cambiando, mejorando, a
lo largo de las eras, desarrollando formas
nuevas. Nuestra
vida es un instante apenas
perceptible en
la corriente incesante de
desarrollo sensible. Dónde
nos llevará el
rumbo tomado, qué
hitos alcanzará el
potencial humano.
Crece
en mi interior la
capacidad de
sentir amor por
la humanidad. Del
conocimiento nace
el sentimiento que
me une al mundo y
expande mi adentro, en
él yo me fundo, parezco
dormido, despacio
me hundo soltando
mi cuerpo, cada
vez más vivo estando
yo muerto.