Paseo por las calles
que fueron tu ciudad
y en todos los detalles
presiento tu mirar.
Madre de mi madre,
llegó el tiempo de irte,
espero no sea tarde
para despedirme.
No vi tu juventud
mas, tanto me has contado,
que queda en mi la luz
de cuanto has pasado.
Te quiero agradecer
el tiempo dedicado,
que nos hizo crecer
felices entre hermanos.
Tú siempre preocupada
por darnos lo mejor,
no te guardaste nada,
nos diste el corazón.
Puedes partir tranquila,
que ya estamos criados,
¡dejas tanta vida
como tu legado...!
Ahora que te has ido,
suelta tu cuerpo y vive,
que al final del camino,
tu espíritu prosigue.
A mi abuela Lola