Buscas reflejos de tu corazón,
buscas cariño en quien no sabe amar,
buscas futuro en quien pronto se va,
buscas palabras y obtienes un “no”.
Ahora sientes
algo nuevo,
diferente,
mas terminas
como siempre
y no entiendes
este juego
ni a la gente,
pero asientes
y te mientes,
y te dices
que lo olvidas,
pero vuelves
y lo miras
y, entre dientes,
entre lágrimas,
se te escapa
que aun no entiendes
lo que pasa,
y no admites
que hay un fuego
que te come
las entrañas,
y en el suelo
ves pasar
entre gentes,
tus recuerdos
y en un día
te haces viejo,
de repente
has cambiado
porque buscabas
lo imposible
en el sitio
equivocado
y ahora sigues
y aun no entiendes,
pero al menos
ahora sabes
lo que quieres
y no puedes
olvidarlo,
es tu vida,
noche y día
te persigue
y buscas
en la distancia,
más allá
de los montes,
oteando
el horizonte,
intentando hallarlo
entre los hombres
que aun no han muerto:
buscando un alma
entre tanto cuerpo.
Pero las almas gemelas
se atraen solas,
no se buscan, se encuentran,
y solo la hallaras
si te paras
y la esperas.