Yo sé que vengo

Yo sé que vengo
de donde todos se unen,
del lugar de blanco y negro,
donde en mí al otro integro.
Yo sé que vengo
de donde nacen las urbes,
de la tierra de asfalto y verde,
donde voy y todo vuelve.
 
Yo sé que vengo
porque el mundo está dormido,
yo sé que vengo,
que vendré,
hasta que todo esté bien,
y aún después,
hasta que tú estés conmigo,
en la luz del día eterno,
hasta que el fuego
redima las ascuas del infierno.



Los procesos de este siempre

 

En el ritmo de las horas

hoy se intuyen las canciones

de los días que existieron

más allá del hoy y ahora.

 

Y es el canto del presente

el que escucho en oraciones.

Vivirán, pues no murieron,

los procesos de este siempre.



Cuando todos se enfrenten a todos

Cuando todos se enfrenten a todos,
y los cielos se caigan al suelo,
más allá del momento en que muero,
en la brecha, codo a codo,
con vosotros quiero estar.
En los días de frío y oscuro
en las noches de insomnio y desvelo
más allá de los campos que hoy veo
si queremos un futuro
juntos debemos luchar.
Desde el este, oeste, norte y sur
venceremos al dragón y al miedo,
en los mundos que no puedo
ni siquiera nombrar,
prenderá una nueva luz,
vivirá la humanidad.




Entre la luz y el calor

Entre la luz y el calor,
entre la clara idea
que en mí alborea
y el nebuloso "quiero"
que replica en mi interior,
ese universal deseo:
el que encarno cuando creo,
el que impregno e ilumino,
el que nace nuevo
cuando escribo.
Entre mundos tan distintos
pulso y soy respirado,
entre ambos polos vivo,
donde creo y soy creado,
y es precisamente el ritmo
lo que me hace humano.




Niebla insustancial

Los bordes de la vida
resuenan con su canto
al pulsar la tensa cuerda
que marca la frontera,
la que sigo cuando avanzo
              donde nada habita,
donde nadie ya recuerda,
                            cómo era.


Más allá de la memoria
que crea y delimita,
donde sueño y vivo tanto...
que hasta el sol se desvanece
y el fino suelo parece
la base de otra historia:
niebla insustancial que deposita
las borlas de su manto.




Nostalgia de un verano

¡Oh años dorados!
¡Oh días de sol!
Cuándo fuisteis rescatados
del mundo del adiós.
Cuándo supe que olvidaros
es dejar atrás mi Yo.
 
¡Oh noches que he amado!
¡Oh luna y balcón!
Vosotras habéis forjado
los mimbres de mi corazón.
Nostalgia de un verano
que nunca terminó.



Leyendo el libro "Call me by your name"

¡Cáspita María!

¡Cáspita María!
¿Dónde estabas antes?
Con tus labios tan rojos,
tus tacones elegantes.
¿Dónde te metías?
¿Dónde te ocultabas?
¿Dónde cada día
        tú te despertabas?
Hoy para mis ojos
solo existe tu mirada.
Antes de este antojo
dime, ¿dónde estabas?




No sueñes dormido

No apagues las velas
que se han perdido,
no ocultes los rostros
desaparecidos,
no pienses los años
desde el olvido,
no dejes que el daño
forje tus motivos,
no sientas que otros
siembran tu destino.
 
No olvides que vuelas,
no sueñes dormido.




Cómo expresar la belleza

Cómo expresar en palabras lo efímero del momento,

cómo dejar que se abra

                en mí

                                      lo que está en el firmamento.

Cómo encerrar en un sonido

aquello que crece

                                   y está vivo,

cómo explicar, si nunca se parece

                                                            aquello que escribo

a la sublime belleza

              que en todo percibo.




Capa sobre capa

Capa sobre capa
      se va creando,
capa sobre capa
reposando.
Brillantes y oscuras,
      siempre mudas,
cuando una nueva capa
       en ti se va posando.
Sutiles transparencias
    que opacan, colorean,
susurrando su presencia
  en capas siempre nuevas.
 
Capa sobre capa
      te vas creando,
capa sobre capa
      recordando.
Aquellas que quedaron
sumidas en el fondo,
       las que ya se olvidaron,
las que guardan en sus pliegues
   un rescoldo.
Capas sobre capas
      que no entiendes,
creando este mundo nuestro.
Capas sobre capas
   que vuelven en redondo,
las que muestro,
       las que escondo.