Como el oro

Lo que es delante es detrás,
lo que es verdad es mentira,
fuerzas que vienen y van,
van dando forma a la vida.
 
Succión hacia un corazón
que antes de ayer no existía,
pero hoy irradia calor
donando al mundo alegría.
 
Cual oro que viene a juntar
en sí el incienso y la mirra,
tejemos un amplio telar
de luz que será repartida.
 
Cuidando no despertar
al niño del alma mía,
emprendo el regreso a mi hogar
llevando en mí vuestra compañía.



Impulso, pesar, acto

Impulso que empuja mis pasos,
comienzo de fuego y calor
que viene del mundo de abajo
y eleva hasta mi corazón.
 
Pienso despacio el camino
que me hace seguro avanzar,
soy solo yo quien decido
hacia dónde me quiero llevar.
 
Actúo sintiendo la tierra
hoyando sin miedo este suelo,
percibo aquello que llega
y, libre, creo algo nuevo.


Innatalidad

Voy caminando en la noche
hacia las luces del día
por sendas que nadie conoce
buscando el camino a otra vida.
 
Encarno las mil cualidades
que traje en mi antigua mochila
y acojo en mí novedades
que nunca soñé que vería.
 
Llevo en mis pasos la llave
que abre la puerta al futuro,
entre mis brazos cabe
la luz que el mundo retuvo,
con ella tejo los rayos
que desde mi centro iluminan
y voy hilando los años
que vuelven y nunca terminan.




La ermita de Trokoniz

Sobre la loma
una ermita,
sobre la ermita
una paloma,
blanco espíritu
que nadie doma
y en su vuelo toma,
levedad bendita,
la esperanza roma
que el mundo habita.
Y la eleva,
se la lleva,
mientras pueda,
la renueva,
volviendo la pena de la tierra
un poquito más ligera.