Tus palabras

Llegan alto tus palabras,
como pájaros volando,
salen del fondo del alma
y desnudas van llenando
nuestro cielo con sus alas.
Y yo las veo, tan lejanas,
lentamente van bajando,
en mi mente van posando
tus ideas desgranadas.
Y en este corazón
con los años ya oxidado,
van limpiando telarañas
tus palabras susurradas.
Soplando cada rincón,
rozando cada cornisa,
así llegan tus palabras
a mi, como fresca brisa,
como luz en la mañana,
que alumbra mi mirada,
dibujando una sonrisa
en esta boca callada.

Se acabó

Se acabó,
cerraste la puerta,
dijiste adiós
y mi voz
se quebró.
Estoy muerta.

Mis ojos son un mar
que me impiden ver con claridad,
no sé dónde estarás
ni ahora qué vendrá.

Habría recorrido el mundo
buscando una flor extinguida
por sentir tu mano
junto a la mía.
Pero ha acabado
y en tu recuerdo me hundo,
estoy perdida.

Habría recorrido el universo
buscando un planeta inexistente
tan solo por ver tus ojos
mirándome de frente.
Puede que sea un loco
buscándote en un verso
como un demente.

Creo que no sé
vivir sin verte
en cada esquina,
en cada puente,
pero aprenderé
seré valiente.
Sigue la vida,
nada dura,
pero yo sin duda,
te querré
...por siempre.

Lo hacemos tan dificil

Yo no sé cómo expresar lo que siento,
solo sé que me robas el aliento,
el alma, el llanto y hasta el pensamiento.
Sentada a oscuras en mi habitación,
pensando en lo que sientes y no dices,
sigo esperando tu contestación,
esperando para ser felices.
Por qué hacemos difícil el amor,
por qué simplemente no nos abrimos
mostrando al otro nuestro corazón.
Por qué continuamente nos herimos
si yo quiero para ti lo mejor.

El miedo

El miedo es como una hiedra que va creciendo sin que te des cuenta y cuando miras hacia abajo, te ha atrapado los pies. Te paraliza, no te deja acercarte al peligro, te impide vivir tu vida. Y se excusa diciendo que es por tu bien, por ahorrarte dolor, cuando lo único de lo que te está salvando es de vivir.

La única forma de luchar contra él… es empezar a andar, avanzar, lanzarte, zambullirte de lleno en aquello que lo alimenta. Hasta que esa hierba sibilina no tenga dónde agarrarse y puedas correr libremente. Tal vez te caigas, tal vez duela… pero al menos habrás vivido, y eso siempre habrá merecido la pena.

El princípio de los tiempos

Las constantes universales, resulta que no son constantes. Desde el princípio de los tiempos esas constantes (la velocidad de la luz, la atracción gravitatoria...) han ido variando, y con ellas varían las unidades de medida: el tiempo se alarga poco a poco, va más lento, mientras que el espacio crece. Aunque suene extraño, un metro no medía lo mismo hace millones de años. El espacio y el tiempo son dos facetas de una misma cosa que comenzó a existir a partir del Big Bang.

Me dice mi padre que esto del Big Bang está muy bien, pero que no explica nada. Antes se decía que Dios creó el universo, ahora en cambio, el universo se creó a partir del Big Bang, muy bien, pero qué había ANTES del Big Bang? Eso no lo explica la ciencia, y él sigue creyendo que tiene que existir un Dios que crease esa explosión, ese comienzo.

Intento explicar que el espacio y el tiempo son una misma cosa, que se crearon a la vez, que ANTES de que existiese el universo (es decir, el espacio) no existía tampoco el tiempo, y por tanto no existía un ANTES!
Desde luego que la ciencia no explica qué había antes, porque lo que dice es precisamente que no había un antes.

Mi padre me mira en silencio, pero su cara me dice que no le he convencido en absoluto.
-Mira hija, si eso te hace feliz y te deja dormir por las noches, quedate con tu explicación, pero yo sigo pensando que fue Dios.

Hay conceptos que jamás llegaremos a entender, y supongo que mi padre tiene razón, lo único que podemos hacer es quedarnos con una explicación que nos permita dormir tranquilos.

Desconocidos

De vez en cuando me gusta romper con todo y cambiar de ciudad. Cuando nadie te conoce, puedes ser tú mismo y no aquello que se espera que seas.

Me he dado cuenta de que en mi pueblo nunca leo ni escribo mientras tomo un café en el bar de la esquina, nunca me paro en un banco observando a la gente pasar. Disfruto del paisaje, de los bosques, del mar, pero siempre en movimiento, sobre mi bici, porque si me paro quieta... entonces seguro que pasa algún conocido y me dice "qué haces aquí sola?" y me siento ridícula diciéndole: "Pensar".

En Madrid en cambio, nadie conoce a nadie.
Puedo hacer lo que quiera.
Me gusta vivir en una gran ciudad...
aunque a veces eche de menos pedalear.

Distracciones

-¿Qué?, ¿viendo la tele?
Me dice con sorna mi compañera de piso, al verme comiendo en el salón frente a una pantalla en negro.
- Sí, ya sabes que me gusta.

Son ya varias las personas a las que he oido decir que necesitan "ruido de fondo" cuando están solas. Ponen la tele, la radio... cualquier cosa que les distraiga y no les deje pensar. ¿Tanto miedo les da estar a solas consigo mismas?
No saben lo que se pierden.

Me gusta centrarme en lo que estoy haciendo.
Me gusta escuchar el viento, y mis própios pensamientos.
Me gusta el silencio que surge cuando nadie me acompaña.
Me gusta cuando el mundo entero calla.
Me gusta escuchar música caminando por la ciudad,
fijarme en la letra, entenderla de verdad.
Me gustan los videos y pelis, si me dicen algo,
pero si no lo hacen, prefiero apagarlos.
Me gusta estar contigo, que me mires callado
o que me cuentes lo que te pasa.
Pero me apena llegar a tu casa
y que enciendas la tele porque no sabes estar a mi lado.

El inventor

Tengo un amigo inventor. Él dice que es diseñador, que propone cosas, que da ideas, diseña bicicletas, logos, donuts... es inventor vamos, a mi no me engaña.

El otro dia me dice "Hoy no trabajo porque es fiesta" a lo que le respondo "Ah, hoy te das vacaciones de pensar?". Él me mira sorprendido: "Yo no pienso, tan solo se me ocurren cosas".

¿De dónde vienen las ideas? ¿Por qué a algunos les vienen sin más y otros son incapaces de imaginar nada? Creo que los niños nacen con la capacidad de inventar, pero la van perdiendo por el camino. Deberíamos potenciar y aprender a usar esa creatividad en lugar de aplastarla y dejar que se oxide mientras aprendemos a hacer un trabajo "útil" para la sociedad.

¿Para siempre?

Todos vamos cambiando, evolucionando, a lo largo de nuestra vida. Seguramente no elegiría hoy la misma pareja que hace unos años, he cambiado, soy otra persona, a pesar de seguir siendo yo misma.
¿Cómo podré entonces encontrar algún día una persona con quien compartir "el resto de mi vida"?

Creo que la única forma de que eso ocurra es compartiendo. Compartiéndolo todo. Compartiendo pensamientos, ideas, inquietudes, miedos y esperanzas... compartiendo tanto que ambas personas evolucionen juntas.

Porque si no es así, evolucionarán también, pero por separado... y al cabo de un tiempo, aquello que les unía se habrá esfumado.