Gripe

Cuando las fuerzas del cuerpo te abandonan
y solo puedes dormir,
cuando la enfermedad por completo te toma
y tú, dejas de existir.
Lento te vas hundiendo sin remedio
hasta encontrarte perdido
sin distinguir la realidad del sueño
en las nubes del olvido.
Se vuelven irreales los colores
que brillan alrededor,
te envuelven febriles ensoñaciones
que alternan calma y dolor.



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