A mí nunca me ha atraído la idea de alienarme y perder el control para sentir todo eso, porque el arte ya me lo da sin necesidad de dejar de ser yo misma. Cuando escribo, mi mente vuela a mil mundos lejanos y mi alma se expande hasta llegar al último rincón del universo. Cuando actúo subida a un escenario, siento vibrar al público en mi propio ser. Cuando leo, soy todos los héroes, las damas y los villanos que jamás existieron…. Cuando creo, soy todas mis creaciones. La literatura es mi droga, no necesito falsas emociones.
La literatura es mi droga
Hay quien
necesita ingerir sustancias que le hagan liberar su mente. Algunos las usan
para soltar el estrés y relajar el ritmo de sus ajetreadas vidas, para dejarse
llevar, perdiendo por un rato el control. Para otros es una diversión, una
forma de aguantar más, de sentirse más ocurrentes, de perder la vergüenza, de
ser quienes quieren ser.
A mí nunca me ha atraído la idea de alienarme y perder el control para sentir todo eso, porque el arte ya me lo da sin necesidad de dejar de ser yo misma. Cuando escribo, mi mente vuela a mil mundos lejanos y mi alma se expande hasta llegar al último rincón del universo. Cuando actúo subida a un escenario, siento vibrar al público en mi propio ser. Cuando leo, soy todos los héroes, las damas y los villanos que jamás existieron…. Cuando creo, soy todas mis creaciones. La literatura es mi droga, no necesito falsas emociones.
A mí nunca me ha atraído la idea de alienarme y perder el control para sentir todo eso, porque el arte ya me lo da sin necesidad de dejar de ser yo misma. Cuando escribo, mi mente vuela a mil mundos lejanos y mi alma se expande hasta llegar al último rincón del universo. Cuando actúo subida a un escenario, siento vibrar al público en mi propio ser. Cuando leo, soy todos los héroes, las damas y los villanos que jamás existieron…. Cuando creo, soy todas mis creaciones. La literatura es mi droga, no necesito falsas emociones.
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