Intento
conocer y mejorar cada aspecto de mi ser. Conozco y acepto mis limitaciones,
pero dentro de estas elijo ser como quiero ser, y si veo algo que no me gusta,
lo cambio. No digo que sea fácil, a veces cuesta tiempo, a veces duele, pero me
esfuerzo y lo hago. Porque solo tengo una vida y no quiero mirar atrás y
arrepentirme de haber vivido de forma que no me gusta.
Y me
sorprende sobremanera ver que la gran mayoría de la gente no hace esto. Aceptan
sus propios handicaps como inamovibles, aprenden a vivir con ellos e incluso se
engañan a sí mismos en lugar de esforzarse por mejorar. Cogen hoy el camino
fácil, y cuando más adelante se paren y miren hacia atrás, dirán que ya no
pueden cambiar el pasado… y ni se plantearán cambiar el futuro.
No saben lo
que se pierden. La disciplina es difícil, pero merece la pena intentar ser como realmente quieres ser y vivir la vida que tú quieres vivir.
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