¿Quién está más loco: el que anula su “yo” para adaptarse a la sociedad y encajar a la perfección en el papel que le ha tocado desempeñar, siendo así un ciudadano modelo… o aquel que transgrede las normas buscando su propio ser, su motivación profunda, su realización personal, y se niega a dejarse encajonar por una sociedad que no busca la felicidad de los individuos, sino su eficacia?
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