Duelen tus silencios

Por qué duelen tus silencios
como mil espinas,
por qué lloran mis labios
cuando no me miras,
por qué me arrastro ahora
por las esquinas.

No puedo olvidar
lo que tú me has dado,
ya no recuerdo el mar
si no estás a mi lado.

Cómo duele tu ausencia
que se clava en mi alma
y muy lentamente
me desangra.

Yo sólo busco volar a tu lado,
pero en cada pluma
me falta tu aliento,
porque el batir de tus alas
ya no lo siento,
y si falta tu mirada,
para mi
ya no sopla el viento.

Que se rasguen las nubes,
que me caiga un monzón,
que el rumor del trueno
se escuche en mi canción,
tal vez así logre
que vuelva a latir mi corazón

Quiero...

Quiero saber lo que sientes,
lo que buscas,
a dónde quieres llegar.
Quiero que tú me lo cuentes,
que me digas
si quieres menos o más.

Quiero perderme en tus ojos
y sentir
que tú me colmas de paz.
Quiero al pensar en nosotros
sonreír,
y no volver a dudar.

Quiero que seas feliz
y que el viento
sople y te ayude a volar.
Quiero poder compartir
lo que siento
sin temer qué pensarás.

Quiero tener libertad
para darte
todo lo que tú mereces.
Quiero contigo soñar
y besarte
de puntillas una y mil veces.

Quisiera detener el tiempo

Perdida en tus ojos
me arrastra la marea.
Tu boca en mi cuello,
mi pulso se acelera.
Siento tu ritmo mudo y solo te pido
que me dejes sin red trepar hasta tu oído
para decirte en un susurro
que por ti he perdido la razón,
que sin ti yo me consumo,
que tu fuego quema el corazón.

Porque hace tiempo que este juego
se nos fue de entre las manos,
y no me sirven ya los cuentos
que hablan de encuentros al azar,
de besos donde no hay amor,
de amigos sin llegar a más,
porque no quiero más momentos
que aquellos
que compartimos tú y yo.

Quisiera detener el tiempo
en este instante, en este beso,
tal vez si cerramos fuerte los ojos
las estrellas se olviden de nosotros
y el mundo deje de existir
más allá de nuestro abrazo.

Escuchando tan solo el latir
de un alma bajo tu pecho
lograremos al fin compartir
miradas, sueños y techo.