El soñador

Sueña quien no tiene sueño
sueña quien quiere soñar,
sueña quien vive los vientos,
sueña con ojos abiertos
aquél que ve algo más.

Hastiado de tanta rutina
hastiado de vidas sin vida,
de ojos que no saben ver,
y de miradas dormidas
abre los ojos y sueña,
abre su mente y mira
el que no teme morir,
aquel que aprecia su vida.
Y así se alza,
Dios entre mortales,
sin temor,
dando un sentido a su tiempo
aquel que sabe
beber los mares en un tazón
y oler la amistad
en el viento.