Postpoesía

Al pie de la lógica el poema ha muerto
descansa en su lápida ataúd sin cuerpo
quedó en esqueleto su abundancia florida
quieto, duro y seco, lo desangró la herida
que asestó sin saber la afilada razón
tratando de ver, por qué late el corazón.

Ángel terrenal

Camino llevando en mi alma
un nombre que me pertenece,
ese que en mí se mece
y entre mis alas baila.
Observo cómo crece,
cómo pregunta y habla
y su luz cuando estalla
ante mí se aparece
como un foco divino
que porto siempre conmigo
siendo un puente, donde el destino
se transforma en lo vivido.


Templanza

Entre el ir y venir
de las ondas vivo,
que se expresan en mi,
su vaivén respiro,
pues me hundo al subir,
lo polar domino
y al dejarlo fluir
voy haciendo mío.
Así llego a la calma de la templanza,
al equilibrio estable de mi balanza,
que al hallar un extremo, el otro alcanza.



Observando el vacío

En el tiempo robado
que nace, entre los minutos
donde quedo parado
y quieto, recojo los frutos
que el futuro ha plantado
tan hondo, que aún no han brotado.

Espero en ese espacio
que crece, con cada mirada
yo lo observo despacio,
con fuerza siempre renovada
y al ser iluminada
renace, el todo en la nada.


Escuchando las palabras

Voy tejiendo sin sentido
las palabras que hoy admiro
escuchando sus matices
fortalezas y deslices,
en su adentro me retiro
mientras voy haciendo mío
el vaivén de su sonido
en que pronto me deshago
y entre líneas desvelado
hoy descubro los motivos
que me empujan a otro lado
donde el habla es lo vivo.



Escombros

Entre mis límites palpando
esos gestos que no comprendo,
sobre sus bordes dibujando,
aprendo.

De los rincones de mi alma
donde descansan los escombros
y al acogerlos, algo cambia,
los nombro.

Despliegan entonces sus alas,
sus piedras que son tan mías,
y al verme en ellos reflejada
se iluminan.





Bajo el agua soy creada

Bajo el agua que brinca en alegre cascada
me sumerjo en silencio y salgo cambiada,
constante corriente que arrastra consigo
las ropas que siempre me han vestido.
Me voy poco a poco despojando
de mis eternas envolturas,
en sus aguas voy dejando
mis viejas vestiduras.
Buceo desnuda,
libre del cuerpo,
alma pura

sin tiempo.

Y es entonces,
cuando no soy nada,
que algo en mí se rompe,
comienzo a ser creada.