Mira en ti, mira anrededor

Aprendo a alternar mi estado interior,
aprendo a volar
soltando mi voz,
aprendo a centrar
el todo en mi corazón.

En el percibir pongo mi atención
sintiendo en mí
el mundo exterior,
aprendo a expandir
mi cuerpo a mi alrededor.



Alma vikinga


Rugen los acantilados,
que en oscuras aguas se despeñan,
vientos huracanados
a su paso me despeinan.

Y yo, comandante de mil naves,
me yergo cual faro viejo
sobre estos, mis mares,
que en mi alma hoy espejo. 



Al todo despierta


Hoy mi alma al todo despierta,
entra por su puerta abierta
un destello, como si el mundo
condensase en un segundo
los instantes acumulados
del futuro y el pasado.

Como si el sol se desvanece
y mi piel desaparece,
como si todo el mundo fuese
cuerpo que me pertenece.
La inmensidad en sí me mece
y en mi adentro ella crece.

Frente a mí, tú mi hermano
hoy me espejas, duplicado,
y al mirarte, en la alegría
que desprende mi corazón
veo el eco de otras vidas
resonar en mi interior.


 




Pies alados


Por las torres elevadas
de las cúpulas de piedra
vuelan raudas las pisadas
impidiendo que me pierda.

Pues mis pies descalzos saben
dónde poso mis metales.

He dejado atrás las armas
con que erguí mi fortaleza
y ahora vuelo con la clama
de quien vive sin certezas.

Porque el viento es más seguro
que el poder de cualquier muro.

En su fuerza yo me empujo
aspirando a ideales
que a mi paso hoy dibujo
y al soñar vuelvo reales.

Porque no existen males
para impulsos inmortales. 



Ladrones de tiempo


Ladrones de tiempo y voluntad
que absorben instantes de la vida,
deforman la realidad
creando una fiel mentira.

Brillante reluce su fachada,
pública y oculta en las pantallas
que muestran vidas de nada
gritando en voces calladas.

Sus largos hilos mantienen
a sus pies encadenados
los lazos que mueven
los gestos humanos.

Pegajosa red que teje
nublando al individuo,
nada nos protege,
ataque continuo. 



Preciosa luz dorada


Preciosa luz que se destila
por el aire matizada
aurea, inmaculada,
preciosa luz dorada.

Tu mando cubre la Gran Vía
como siempre ajetreada,
en ti, todo para,
belleza regalada. 



Escondrijos de belleza


Buscando el arte en los rincones
de las calles empedradas,
cantando un ritmo sin nociones
de nada.

Observo cada miniatura
con mirada despejada
y voy sintiendo cómo muda
mi cara.

Pues se hace mío el regocijo
de descubrir la belleza
que en cada curva y escondrijo
se expresa. 



Creadores del momento


Entre letras que escribieron
quienes hace tiempo fueron
creadores del momento
cabalgando sobre el tiempo.
Los que nuevos mundos vieron,
los que ya entonces supieron
describir lo que venía,
descubrir la nueva vida.

De sus limpias frases bebo
y es por ellas que hoy veo
los caminos que transita
esta fuerza que me habita.
Pues descubro en sus verdades
mis eternas vastedades
que se expresan sin demora
tanto entonces como ahora.



El siguiente paso


Al borde del abismo
camino confiado
sabiendo que es lo mismo
soñar que ser soñado,
pues es mi senda hoy
de nubes un trenzado
que surge según voy
creando lo escuchado.
Mirando en lontananza
me ofrezco sin reparo
a ser yo quien avanza
forjando un nuevo hado. 



Me sumerjo en las aguas cristalinas

Al llegar el verano
me sumerjo en las aguas cristalinas,
en su seno yo nado,
despertando a la vida
y percibo la sangre que me anima.

Peculiar sensación
la que envuelve este líquido elemento,
que despeja el calor
y me acoge en su adentro
uniendo la periferia y el centro.