Tapiz interno


Despertando los dormidos
sueños que en el día
van tejiendo mis motivos,
me mantienen viva.
En la rueca del destino
aún sin yo saberlo
trenzan oníricos hilos
mi tapiz interno.
En buscando un camino
me entrego desnuda
al placer de los sentidos
que a fondo me muda.
Pues resultan ser tan míos
los cuadros mostrados
que se antoja cuanto miro
sabio y prefijado. 



Difuminando a Ockham


En los sutiles recodos del arte
se desdibujan los límites claros
surgen nuevas verdades al amparo
de esas sombras que no cesan de hablarte.
En su susurro de luces brillante
vas descubriendo que el mundo soñado
es más real que el que toca tu mano,
destapando el eterno interrogante.

Dónde empiezan y acaban las ideas,
dónde lo que ya existe y lo que creas,
dónde cuanto es mentira y la Verdad.
Por qué la ciencia resulta tan ciega,
su navaja cuanto es difuso niega
d ejando fuera media realidad.



Rigidez

En las nubes de mi cielo hoy reposo
buscando solaz en su blanco esponjoso,
escapando de los rígidos contornos
del reloj en su avance sin retorno.

Pues mi alma ansía primavera
aspirando vientos sin frontera
y entre cuatro muros desespera,
sin poder evitarlo, se revela.


Crea

Escucha el impulso que abre
la puerta de un mundo olvidado,
permite que nazca y te hable
de vidas que nunca has soñado.

Avanza pisando el vacío,
sin saber dónde te lleva
este nuevo camino
que cada uno de tus pasos crea.

Observa la senda
que tras de ti se dibuja,
tal vez entonces entiendas
esa fuerza que te empuja.


Conocimiento sintiente

Observando la vida desde dentro
invierto contenido y continente,
despacio descubro y hago consciente
tras el velo de piedra, el movimiento
que al fluir otorga forma y cimiento
creando la materia existente.
Suspendiendo todo juicio de mi mente
me voy abriendo y salgo al encuentro.

Porque para entender con claridad
ya no basta la gélida razón
que observa el externo caparazón.
Porque está en devenir la realidad
y tan solo percibo su verdad
cuando escucho en silencio al corazón.



Día de viento

Soplando de calle en calle
levanto lo aposentado,
esculpo en lo no formado
efímeros detalles
que en el acto son borrados,
deshechos y olvidados,
porque allá donde me halle
nada queda inalterado.


La palabra muda

La palabra muda
que se oculta esquiva
tras el velo, de la vida,
es verdad desnuda
a la que hoy accedo
por su fuego, consumida.
Y al abrirme veo
que no soy quien habla,
pero puedo, recrearla,
pues soy vestidura
de palabra pura
y muero al pronunciarla.




Amanece

Amanece
y la luz se esconde
sin mirar.
Apareces
sin saber ni dónde
bajo un mar,
que te mece
pronunciando un nombre
sin hablar.

Te recoges
escuchando muda
a quien te habla,
entre voces
de una senda oscura
que en ti se abra.
Reconoces
tu misión más pura
en la palabra.

Amanece
y es tu voz la que ilumina,
la que crece
creando el haz donde caminas.




Entre sonidos

En el límite gris de la alborada
hoy camino escuchando entre las voces
los espacios que emergen, tan veloces,
en las frases aún inacabadas.
Asomando al calor de la palabra,
engrasando los verbos en sus roces,
en lo nunca dicho se reconoce
la llave que hará que el mundo se abra.

Pues el alma de todo lo que es vivo
palpita por la gracia del vacío
que mudo en este borde yo presencio.
Por su inmenso poder sobrecogido,
hoy observo nacer todo sonido
en el hueco que crea el silencio.




Pisando en el vacío, hacia arriba

Buscando caminos para avanzar,
desando los pasos que un día dieron
esas partes de mí que ya murieron,
pues solo en sus hombros me puedo alzar
irguiéndome en puntas para alcanzar
alturas a las que hoy aún no llego,
que impulsan mi ser hasta alzar el vuelo
en ansia perpetua por mejorar.
Y es sólo entonces, cuando pierdo pie,
que nacen las fuerzas que no tenía,
aquellas que impulsan todo mi ser,
                                      hacia arriba.
Abriéndome paso, aún sin ver,
a un mundo que ya ciego, intuía.