Las gallinas

¡Clóclo, cló cló!
Van llegando las gallinas
cluecas de orgullo vestidas.

¡Clóclo, cló cló!
Irrumpen sus cacareos,
la paz queda pa luego.

¡Clóclo, cló cló!
Hay que ver cómo porfían,
mordaz su charla vacía.

¡Clóclo, cló cló!
Altas son sus carcajadas,
esconden tras sí la nada.

¡Clóclo, cló cló!
El silencio tras su paso
es para el alma descanso.





Bajo una lenta cortina

Fría humedad
en los huesos se mete,
gris sin final,
imparable tembleque.
Rasga los cielos
lluvia continua y fina,
ríos los suelos
bajo lenta cortina.


Humedad en la bahía

Caminar sumergida
en las aguas que escapan
de esta verde bahía,
en un aire que empapa
saturado de vida
y en su seno me atrapa.

Hoy me muevo sin rumbo
entre gotas de mar
que saltaron al mundo,
hoy su blanca humedad
se condensa en los muros
hasta hacerlos llorar.



Niebla en Segovia

Blanco silencio que atraviesa
campos y calles por igual,
niebla infinita y espesa,
me hace entre nubes navegar.

Frio vapor que en él disuelve
en rededor cada contorno,
manto misterioso que envuelve
con su magia todo el entorno.



Siguiendo el hilo

Siguiendo el hilo
que está escondido
despierto y miro
a dónde he ido.

Pues me ha llevado
su suave mano
sin ser notado
hacia el pasado.

Y yo me digo,
casi asustado,
cómo he podido
no verlo claro.

Nada he perdido,
nada olvidado,
mas me ha venido
reestructurado.



Actos y padecimientos de la luz

Bulle la vida
que en ella encierra,
si se ilumina,
la fértil tierra.

Hace y padece
la luz del sol,
y en medio crece,
limpio esplendor.

Nacen muy dentro
del claro oscuro,
son, en su encuentro,
colores puros.




Del cielo los colores

Lenta y leve,
casi una ilusión,
el alba llueve
limpiando la región.

Cual lago en calma
el sol se balancea
colmando mi alma,
el calor que me rodea.

En gotas ligeras
la luz se eleva,
volviendo en flores
del cielo los colores.




Disfrutando el aire

Raudos remolinos
remueven mi adentro,
trenzando mis hilos,
corren a tu encuentro.

Bajo las arcadas
de enormes torreones
restallan carcajadas
abriendo emociones.

Mis piernas revoltosas
no atienden a razones,
brincan entre rosas
regando corazones.



Creando

Mi vara golpea
la chispa que crea,
acojo en mi copa
las aguas que brotan,
blandiendo a los vientos
mi discernimiento,
y al fin caen a tierra
las áureas monedas.



Soy libre

Soy libre para elegir
lo que quiero,
soy libre para vivir
sobre el suelo.
Soy yo quien lidera aquí,
porque puedo
callar y reconducir
mis deseos,
ofreciendo lo que hay en mí,
siempre nuevo,
y así escuchar y cumplir
lo que debo.