Prueba de aire

Colgado del cielo
sin dónde amarrar,
tan solo yo puedo
mi ruta encontrar.

No hay nada ahí afuera
que pueda pisar,
mi alma ya vuela,
debo confiar.



Soneto a los silencios

Escuchando el silencio entre palabras,
donde expresa su ser la propia vida,
descubriendo el vacío que me mira,
cuando calla la voz que en él me habla.

Esta puerta suplica que la abra,
que desvele su belleza escondida,
mas sin ella jamás existirían
los espacios que separan sus tablas.

Habita en los resquicios del tiempo
la fuerza que me impulsa el corazón,
la pausa que da lugar al momento,
la causa de toda la evolución,
la que hila la trama de este cuento,
la que otorga sentido a mi canción.



Ocupa tu lugar

Entre el ir y venir,
entre el caos y el orden,
sin principio ni fin,
mil preguntas se esconden.

Al llegar al extremo
mirarás sin ver nada,
vive en medio del vuelo
la respuesta adecuada.

Tiran fuera y adentro,
aprende a controlar,
permanece en el centro,
ocupa tu lugar.



Sustitutos de emoción

La gris rutina
del día a día
deja las almas
adormecidas.

Buscando a ciegas
una pasión
que te conmueva
el corazón.

El sustituto
de una emoción,
por un minuto
tu religión.

Por qué no escuchas
a tu interior,
por qué no luchas
por ser mejor.

Por qué no intentas
sentir tu voz,
por qué no inventas
tu propio yo.



Inspiración

Vuela alto mi canción,
que el silencio no te alcance,
tú serás la inspiración,
lograrás que el mundo avance.

Brilla prístina mi luz,
esquiva la oscuridad,
tú traerás limpia salud,
desterrando enfermedad.

Arde en mi adentro, calor,
derrite el sólido frío,
tú darás al mundo amor,
llenarás este vacío.




Correcaminos

Surcando aceras
sobre ocho ruedas,
raudos reflejos
cuando aceleras.

Llegando lejos
tu imagen vuela
y entre los viejos
muros se cuela.

No hay quien pueda
detenerte,
ni siquiera
logran verte.

El viento azota
tu melena,
tu alma rota
ya despega.

Tras tu partida
nada queda,
pues la vida
a nadie espera.




Que la risa impregne mis poemas

Quiero volar al infinito
con mil canciones,
quiero dejar por escrito
mis emociones.

Para que una fresca brisa
las aviente en todas direcciones
y colándose bajo mi camisa
descubra brillantes soles.

Porque quiero que la risa
impregne mis poemas
y revoloteando en cada cornisa
diluya todas las penas.



Ritmo diario

Siguiendo el ritmo del día
fluye sin pausa mi vida,
despierto cada mañana
con fuerzas renovadas
y la noche me calma
acunando mi alma.

Me siento mejor,
empiezo a crecer,
cuando llevo el reloj
integrado en mi ser.






Verano en mis sentidos

Llegó el verano distendido,
llegó el momento de vivir
en mis sentidos.

Llegó la hora de soltar,
de no pensar,
de descubrir
aquello que está escondido.

Y es por eso que ahora miro
la vida alrededor
admirando la belleza
en cada flor,
porque siento que hoy empieza
un mundo de color.



Buscando la piedra de apoyo

Cuando el tiempo se detiene
es momento de empezar,
cuando ves que nadie tiene
un lugar para pensar.

Cuando el día se repite
arrastrado por el deber,
cuando no se te permite
escuchar tu propio ser.

Creo entonces una esfera
de quietud y soledad,
ilusión que nadie pueda
penetrar, resquebrajar.

Y ahí dentro es que me escucho
viendo dónde he de sanar,
ya no huyo, ya no lucho,
me yergo para avanzar.