Tiempo muerto

Llega el verano, vacaciones,
vuelvo a mi tierra, mis canciones,
atrás quedan las emociones,
no recuerdo cómo amar.

Aquí todo es diferente,
ya no existe nada más
que mi familia, mi gente,
y el aire al pedalear.

Me baño en un mar
de agua fresca y transparente
donde todo se diluye
y hasta mi mente
se escapa y huye.
Pero si en silencio paro
y escucho mi propia voz,
se oye un grito alto y claro
desgarrando el corazón.

Imposible de acallar,
va implorando tu calor
y ese grito de dolor
me hace despertar,
volver a pensar,
volver a vivir,
me hace soñar,
me hace sentir
y desear
que se acabe el tiempo muerto
para regresar
y leer al fin
el final de este cuento
que no puedo escribir sin ti.

Celda

Atrapado
entre las redes del tiempo,
sin salida,
sin argumentos,
vivo en una celda
que se estrecha por momentos,
acercando las paredes
que encierran mi vida,
impidiéndome la huida,
dia a dia
prolongando esta agonía.
Vaya donde vaya
mi celda me acompaña.

Empezó conteniendo un mundo,
pensé que jamás me atraparía
y ahora la recorro en un segundo,
sus paredes tan lejanas
no me dejaron estirarme esta mañana
y ando agachado,
mirando al suelo,
casi sin ganas,
es complicado,
vivo encerrado
y ya no puedo
alzar la mirada.

No cabe nada,
solo en mi celda
no puedo andar,
sus muros
me hacen tropezar.
Ya no puedo respirar,
voy a estallar,
no puedo más,
me va apretando,
me va encerrando,
estoy llorando
y mis lágrimas no caben
en mi celda de cristal,
me va a matar,
tengo que empujar.

Grito, me levanto
y mi celda en mil añicos
sale volando.
Me voy andando
y a cada paso sus cristales
se van clavando,
pero sé que curarán
y mi cuerpo dolorido
vuelve a recordar
cómo era
estirarse y caminar
sin tener frontera.

A la deriva

Soy un cuento sin final
escribiéndose a sí mismo
en el filo de un abismo
sin saber si se caerá.

Soy la lluvia en el cristal
deseando penetrar
en tu mente y observar
lo que ocurre en cada instante.

Soy la luz que viene y va
entre planchas de metal,
para mi no existe un antes,
mi pasado se ha escapado
como nubes de algodón
entre los dedos de un gigante.

Ya no sé pedir perdón,
mi paciencia se agotó
y ahora ruedo sin control
deseando encontrarte.

Soy el centro de un tifón,
soy la voz del huracán,
todo gira alrededor
y no sé cómo parar.

Soy un barco sin timón,
sin lugar donde amarrar,
pero sé que Poseidón
jamás será capaz
de hacerme naufragar.

Porque en este viaje sin razón,
sin destino, sin espada,
sin apenas pasta,
me guía el corazón
y con eso basta.

No sé dónde me dirijo,
pero mi único punto fijo,
mi centro de coordenadas,
está en el fondo de tu mirada.

Quiero conocerte mucho más

Quiero conocerte mucho más,
quiero saber hacia dónde vas,
de dónde sacas la energía
que te impulsa a caminar
y hasta dónde
quieres llegar.

Cuales son las cosas
que llaman tu atención,
las que te motivan,
las que te hacen perder la razón.

Cuales son tus ilusiones
y qué cosas antepones.
Cuántas veces logras
lo que te propones.

Qué te hace llorar,
qué te hace reir,
por qué ideas crees
que merece la pena luchar
y si existe algo
por lo que estarías dispuesto a morir.

Que experiencias quieres vivir
y cuales no piensas probar,
cómo puedo hacerte feliz
y cómo impulsarte a soñar.

Quiero conocerte
mucho, mucho más.

Eres

Eres un quedo suspiro
en una noche callada,
una gota de rocío
sobre una flor de mañana.

Eres las ondas que alteran
la superficie de un lago,
un trozo de primavera
brotando en mis manos.

Eres un suave beso
posado en mi boca,
el vibrante eco a lo lejos
de un violín que toca.

Eres la luz que atrapa
cálidos rayos del sol,
la música que se escapa
de mi corazón.

Recordándote

Mis sábanas aún huelen a ti,
a noches sin apenas dormir
aun tengo tus dedos clavados
en la curva de mi costado.

Tus besos tan suaves,
tus largos abrazos,
reconstruyo tu cuerpo
a retazos.

Y esa mirada
profunda, calmada,
que me habla de un mundo
sin decir nada.

Tengo tu imagen grabada
en los huecos de mi mente,
tengo una cosa bien clara:
te quiero, ahora y siempre.

No lo puedo aceptar

Por qué te sigo queriendo
si me dijiste que no,
por qué te sigo pensando
si ya me has dicho adiós.

Sé que no puedo evitarlo,
no puedo encerrar este amor,
dudo que exista algo
que haga menguar el dolor.

No puedo saber que te vas,
que no voy a verte más
y dejarte marchar.
No lo puedo aceptar.

Te ayudaré a volar

Quiero alzar el vuelo
desprenderme de este mundo gastado,
alejarme del suelo
y sentir en mi rostro el aire helado.

Te ayudaré a volar
si me das la mano,
si decides saltar,
quedarte a mi lado.

Silueta

Hay sonrisas que llegan
donde nadie ha ido
y palabras que derrumban
todo lo vivido
reduciéndolo a un suspiro.

Despedidas eternas
grabadas a fuego,
me giro y tu silueta
sigue inmóvil, esperando,
quiero quedarme quieta,
seguirte el juego,
volver y quedarme hablando,
pero no puedo
y me voy temblando.

Porque en un instante
rompiste mi escudo
y como nunca antes
me sentí al desnudo
bajo tu mirada.
Por que sin saberlo,
sin creerlo,
sin querer verlo,
ya estaba enamorada.

Nada cambia

Pasa el tiempo y nada cambia,
pasan días, meses, años,
y cada mirada tuya
sigue haciéndome daño.

Este clavo, tengo claro,
no sale con otro clavo.

Tus sonrisas penetraron
mis defensas construidas,
como flechas acertaron
en mi alma perdida.

Estoy dado, se ha acabado,
abandono ya esta vida.

Y aunque tú pasaste página,
mis recuerdos se quedaron
y empapados en mis lágrimas
lentamente se oxidaron.