Entre tejados


INT   BAR DE PARÍS - ANOCHECER

Cincuenta personas beben y gritan en un bar atestado de gente armando un gran barullo. Sentado en una esquina JOAN, un despeinado chico de 20 años, vaqueros viejos que le quedan anchos y camiseta gastada, observa a la gente con expresión meditabunda a través de los mechones de pelo que le cubren los ojos. Joan apura las últimas gotas de una jarra de cerveza y la deja sobre una mesa. Una apresurada CAMARERA recoge la jarra.

CAMARERA
Son tres cincuenta.

Joan paga, se levanta e intenta ir hacia la puerta, pero la multitud se lo impide, por lo que termina saliendo por una puerta trasera.


EXT   TEJADO DEL BAR - ANOCHECER

Joan sube por una escalera de emergencia y llega a un tejado, donde se para y, erguido en el borde, inhala lentamente observando desde lo alto las luces de la ciudad. Hacia la derecha, a su espalda, el tejado sigue subiendo, a su frente, hacia la izquierda se extiende la ciudad. Joan salta al tejado de enfrente, anda por él y trepa sin esfuerzo al siguiente tejado alejándose en dirección a la torre Eiffel.


CORTA A:

EXT   CASA DE PARÍS - ANOCHECER

A través de una ventana abierta en el ultimo piso de un bloque de edificios vemos una habitación bien amueblada, decorada en tonos pastel, con una puerta al fondo y a un costado, una cama cubierta de peluches. Una voz de hombre viene de detrás de la puerta.

HOMBRE (V.O.)
Deja esa maldita flauta y haz algo productivo de una vez.

Un fuerte brazo de hombre empuja a una muchacha al interior de la habitación y cierra con un portazo.

LUZ, 18, pálida, con una larga cabellera oscura que lleva suelta, se sienta sobre la cama mirando pensativa la brillante flauta travesera que descansa a su lado. Luz se levanta con un gesto de resolución, coge la flauta y sale por la ventana trepando descalza hasta el tejado, con sólo un largo camisón blanco y la flauta en la mano.

Al llegar al tejado, se detiene, inhala lentamente, observa la ciudad. A su espalda, hacia la izquierda, el tejado se eleva, a su frente, hacia la derecha, se extiende la ciudad. Luz se aleja saltando ágilmente de un tejado a otro dirigiéndose hacia la torre Eiffel.


CORTA A:

EXT   AZOTEA VIEJA – NOCHE

Un lápiz escribe, sobrescribe, tacha y vuelve a escribir sobre una libreta repleta de anotaciones y borrones. Joan, sentado en una azotea garabatea frenéticamente en su libreta de tapas rojas. Una destartalada y roñosa farola alumbra pobremente a Joan. Un sinfín de papeles arrugados y emborronados cubren el suelo alrededor de Joan, que arranca, arruga y arroja otra hoja. Joan resignado enciende un cigarrillo y se recuesta boca arriba, observando las estrellas.


CORTA A:

EXT   AZOTEA VIEJA - NOCHE

Luz comienza a tocar la flauta de pie, descalza y en camisón, encaramada a la más alta chimenea de la azotea más alta en las proximidades. Joan se incorpora detrás de Luz al escuchar la música, tirando la libreta y el lápiz al suelo y se acerca a ella mirándola anonadado.

El cigarrillo se acaba, Joan lo pisa y comienza a aplaudir lentamente justo antes de que Luz termine de interpretar la pieza. Sobresaltada, Luz deja de tocar, se gira y ve a Joan. Los dos se miran a los ojos y todo se detiene a sus alrededor, por unos segundos sólo se oye el latir de sus dos corazones. Luz azorada aparta la vista y recomponiéndose desciende de la chimenea.

JOAN
Buenas noches pajarillo… ¿siempre vas cantando por los tejados?


LUZ
(sonrojándose)
Pensé que no había nadie aquí arriba.


JOAN
Y no lo hay, no te asustes, que no soy nadie, si te molesto dímelo y me iré.

Joan hace amago de irse.

LUZ
¡No!, espera... no te vayas.

Ambos se miran en silencio unos instantes. Joan sonríe.

LUZ
¿Acostumbras a rondar por los tejados asustando pajarillos desconocidos, (baja lentamente la vista) para luego irte dejándolos con la sensación de ser observados? (mirando a Joan)¿O eres acaso otro pajarillo nocturno?

JOAN
Yo también pensé que no había nadie, pero por favor... no te asustes, no dejes por mí de tocar.

Luz baja la vista, mira de reojo los papeles, la libreta y el lápiz tirados por el suelo y sonríe sin levantar la vista.

LUZ
No dejes tú de escribir por mí.

JOAN
(apesadumbrado)
No, hace ya tiempo que no puedo escribir, pero no es por ti.

Luz levanta la vista sorprendida. Joan se gira y se dirige hacia donde está su libreta.

LUZ
(dubitativa)
Tal vez... tal vez yo pueda ayudarte.

Joan se detiene a medio camino, da media vuelta y mirando a Luz sonríe sarcástico.

JOAN
Nadie puede.

LUZ
Déjame intentarlo al menos.

Joan indeciso, mirando al suelo, se aleja caminando hacia los papeles, se agacha y recoge su libreta. Se detiene en cuclillas, se gira hacia atrás y mira a Luz, que permanece quieta.

JOAN
Si un pajarillo se ofrece para enseñarme a volar… ¿Cómo podría yo negarme?

Luz, con una amplia sonrisa se acerca a él, se agacha, coge el lápiz, se lo tiende a Joan.

LUZ
Me llamo Luz.

JOAN
Joan

Ambos se sientan rodeados de papeles y comienzan a leer y escribir en la libreta.


SECUENCIA DE MONTAJE      JOAN Y LUZ JUNTOS - NOCHE

1.) Joan y Luz comienzan a leer y escribir en la libreta.

2.) Luz se levanta, coge de las manos a Joan y, tira de él hasta levantarlo. Ambos comienzan a girar a gran velocidad hasta que se sueltan las manos y caen al suelo riendo.

3.) Joan se levanta, coge la flauta e intenta tocar sin conseguirlo. Ambos ríen y Joan comienza a cantar una canción de su propia invención. Luz baila al ritmo de la canción de Joan.

4.) Luz coge la flauta y comienza a tocar la canción que Joan cantaba. Joan coge la libreta, se sienta en el suelo y escribe mientras observa cómo Luz toca.

5.) Joan se tumba y descansa pensativo mientras Luz, sentada a su lado, abre y lee los papeles que hay tirados por el suelo.




EXT   AZOTEA VIEJA – AMANECER

Joan duerme en el suelo rodeado de papeles. Luz, sentada a su lado, escribe algo en la libreta. Luz se levanta, deja la libreta, se acerca al borde de la azotea y ve amanecer sobre los tejados de las casas. Luz vuelve, ve a Joan que sigue dormido, se agacha a su lado y permanece un rato en silencio mirándole con tristeza. Luz, indecisa, aparta un par de veces la mirada y vuelve a mirar a Joan. Finalmente coge aire.

LUZ
(mirando a Joan con infinita tristeza)
Lo siento

Luz cierra los ojos.
LUZ (cont.)
(negando con la cabeza)
 No quiero volver a sufrir.

Joan sigue dormido, Luz le besa en la frente, coge su flauta y se va.


EXT   AZOTEA VIEJA - DÍA

Joan despierta desconcertado. Se levanta, busca a su alrededor, y solo ve unos papeles, su libreta y el lápiz.

JOAN
¿Luz?

Tan solo el viento le responde. Joan permanece unos instantes de pie, esperando. Finalmente baja la vista, vuelve a donde estaba y comienza a recoger los papeles del suelo. Se dispone a cerrar la libreta cuando se encuentra con una poesía escrita en ella y firmada por Luz. Joan la lee en voz alta:

JOAN
Busca tu ideal
alma soñadora
de un ser perfecto,
pero no desdeñes
a quien es mortal,
pues en este mundo
es todo cuanto vas a hallar.

La libreta permanece abierta mientras se empiezan a escuchar de fondo el ruido de coches en un atasco.
FUNDE A:

INT   TABERNA – NOCHE

Diez HOMBRES y MUJERES de aspecto descuidado hablan y beben sentados a las mesas de un pequeño y sucio bar con mobiliario de madera vieja y una chimenea al fondo. Un rechoncho CAMARERO limpia una jarra tras la barra vacía. Joan, 28, pelo muy corto, vaqueros y camisa formal, bebe un sorbo de una jarra de cerveza casi llena y la deja sobre una mesa, derramando parte del contenido, junto a otras cuatros jarras ya vacías, una libreta roja muy usada y un lápiz.

BERNARD, 50, alto y gordo, está de pie, con una jarra en la mano, hablando en tono bastante alto.

BERNARD
(voz de bajo, burlándose de Joan)
...así que un ángel era, no?

Bernard se ríe. Joan, enfadado, no contesta.

BERNARD (cont.)
(alzando más el tono y señalando a Joan)
Oíd todos. ¡¡Este amigo ve a los ángeles!!

Todo la taberna ríe mirando a Joan.

BERNARD (cont.)
¿Y dónde está ahora ese “ángel”? ¿Está aquí contigo?

Bernard mira a todos lados fingiendo estar asustado. El resto de los clientes ríen cada vez más fuerte.

JOAN
(enfadado, le cuesta hablar, está un poco borracho)
No lo sé. Desapareció, ¿vale? La he buscado durante ocho años por todos los tejados de París y jamás la he vuelto a ver.

Bernard levanta un lado del labio superior, y luego abre la boca sacando la lengua en un gesto de asco.



BERNARD
¿Por los tejados? ¿Es que era una bruja horrible llena de verrugas que volaba en su escoba por los tejados?

JOAN
NO ¡Ella no era una bruja!

Mirando a todos los de la taberna.

JOAN (cont.)
(melancólico)
Os juro que jamás vi una mujer tan buena y tan hermosa como aquella.

BERNARD
(libidinoso)
¿Tan hermosa era? ¿Por qué no la traes entonces y nos dejas verla y tocarla a nosotros también?

Todos ríen a carcajadas. Joan enfadado mete su libreta y el lápiz en un bolsillo trasero, saca de otro bolsillo unas monedas, las arroja sobre la mesa y, sale de allí entre las risas del resto de clientes.


EXT CALLE DE PARÍS - NOCHE

Una vez fuera se calma y su expresión cambia del genio a una profunda tristeza. Cogiendo aliento Joan comienza a caminar entre calles con la vista baja y las manos en los bolsillos.


SECUENCIA DE MONTAJE:     JOAN Y LUZ POR LOS TEJADOS – DIA

1.) LUZ, 26, vaqueros y camiseta ajustada, larga cabellera negra recogida en una coleta, dirige a una orquesta de niños en una escuela.

2.) Joan escribe un poema en una hoja de papel, y la dobla haciendo una pajarita. A su alrededor diez mil pajaritas de papel cubren el suelo de una azotea.

3.) Luz toca en la flauta la canción de Joan caminando alegremente por el murete que delimita el Sena. Seis niños corren alegres detrás suyo por al lado del murete bailando con la música.

4.) Joan, con una mochila a la espalda, recorre las calles del centro de París dejando en cada rincón una pajarita de papel.

5.) Luz, disfrazada de pájaro anda por la calle entre gente disfrazada también, cuando ve una pajarita metida en un hueco en la pared de piedra de una casa. La coge, ve que tiene algo escrito, deshace la pajarita abriendo el papel y lee un poema que hay escrito.

LUZ
(leyendo)
Te veo en cada gota de rocío
tu ritmo me acompaña al caminar
vivo mientras sueño estar contigo
llevo tu ausencia escrita en mi mirar.

Luz sonríe extrañada e intrigada y guarda el papel en su bolsillo.

6.) Joan vende sus poemas en un puesto. A su izquierda un artista hace retratos a los turistas junto a un cartel en el que se lee: “CARICATURAS EN UN MINUTO”.

7.) Luz toca la flauta sentada en el alfeizar de una ventana que da a la azotea de la casa de al lado.


CORTA A:

EXT   TEJADO AZUL – NOCHE

La mano de Joan escribe rápidamente sobre su libreta.

JOAN (V.O.)
Sin luz, sin sombra.
Sin un pasado,
sin un presente.
Sólo queda el futuro,
sólo queda la muerte.

Joan, sentado sobre un tejado a dos aguas, con la libreta apoyada sobre su rodilla, mira las estrellas por un instante y vuelve a concentrarse en su libreta.

Joan se detiene repentinamente y escucha atentamente. A lo lejos suena la CANCIÓN DE JOAN. Apresuradamente recoge la libreta y el lápiz y sale corriendo en dirección a la música.

Joan trepa sin dificultad al siguiente tejado y sigue corriendo, se detiene un segundo, escucha, y sigue corriendo en otra dirección saltando sobre un tejado a dos aguas.

La música se escucha cada vez más alta. Joan sube por unas escaleras de emergencia.


EXT   AZOTEA PEQUEÑA – NOCHE

Joan llega a una pequeña, gris y sucia azotea entre dos casas más altas. En la pared de la casa frente a Joan, una ventana abierta deja salir un chorro de luz que ilumina a Joan. Este levanta la vista hacia la ventana y ve a Luz tocando la flauta sentada en el alfeizar. Ella no le ve y continua tocando. Joan empieza a aplaudir justo antes de que termine la melodía. Sobresaltada, Luz deja de tocar, se gira y ambos se miran incrédulos en silencio.

Por unos segundos el tiempo parece detenerse, no se oye nada alrededor, sólo en sonido de los latidos de sus corazones. La flauta cae ventana abajo. Joan, sobresaltado se echa a correr y la coge en el aire mientras Luz se queda paralizada en la ventana.

LUZ
(sorprendida y emocionada, entrecortándose)
Joan.

Con la flauta en una mano Joan levanta la cabeza hasta cruzar su mirada con la de Luz. Los dos a la vez desvían la mirada avergonzados, Joan hacia el suelo, Luz hacia el interior de la casa. En el mismo instante ambos vuelven a mirarse a los ojos y se quedan mirándose sin decir palabra durante un rato.

JOAN
(le tiembla la voz)
Buenas noches pajarillo, ¿cuándo cambiaste los tejados por las ventanas?

LUZ
(le cuesta empezar a hablar)
¡Pensé que jamás te volvería a ver!

JOAN
Yo he temido durante años no verte de nuevo... y ahora que te tengo aquí...

Joan sonríe sarcástico negando con la cabeza.

JOAN
No sé qué decir.

LUZ
(cogiendo aire)
Sube, tenemos mucho de qué hablar.

JOAN
No. Vayamos fuera. Los pájaros deben volar al aire libre, sobre los tejados, no encerrados entre cuatro pareces. Y yo quiero VOLAR contigo, quiero darte mi fuerza y que me prestes tus alas.

Ambos se miran sonriendo, en silencio.

LUZ
Vamos pues. Volemos y volvamos a nuestro tejado, pajarillo.

Luz se descuelga por la ventana, cae al lado de Joan y ambos se sonríen.


CORTA A:

EXT   AZOTEA VIEJA – AMANECER

Joan llega a la azotea subiendo por una escalera y ayuda a subir a Luz, que viene detrás de él con la flauta en la mano.

JOAN
¿En serio? ¿No has vuelto aquí desde entonces?

Una vez arriba ambos se detienen y miran a su alrededor con nostalgia.

LUZ
No, nunca.

Luz toma aliento y Joan la mira intrigado.

LUZ (cont.)
Supongo que temía encontrarte de nuevo y romper… la magia, el misterio de aquel día. Prefería que me recordases por siempre como un precioso sueño.

Ambos se miran a los ojos.

JOAN
Y lo conseguiste.

Ambos permanecen unos instantes en silencio, recordando.
LUZ
(volviendo a la realidad)
¿Y tú? ¿Has vuelto alguna vez?

JOAN
(ausente)
Yo sí. He pasado muchas noches aquí.

Joan sacude la cabeza, se encoge de hombros y comienza a caminar en dirección a la chimenea más alta.

JOAN (cont.)
Supongo que no me conformo con los sueños. Necesito hacerlos realidad.

Joan se encarama a la chimenea, mira hacia abajo a Luz y le extiende la mano.

JOAN (cont.)
Ven, sube, toca de nuevo para mí.

Joan ayuda a Luz a subir y, una vez arriba, ella empieza a tocar en la flauta la canción que Joan le cantó hace años. Cuando la música termina está amaneciendo. Los dos juntos observan la salida del sol, se miran en silencio y Luz avergonzada baja la mirada. Joan le coge de la barbilla, haciéndole alzar el rostro y mirándole  los ojos.

JOAN
Quédate conmigo Luz. No te vayas de nuevo. Por favor.

Sin apartar en ningún momento su mirada de la de él, Luz intenta responder, pero las palabras no salen de su boca. Ambos se quedan en silencio, mirándose. Lentamente se van acercando el uno al otro hasta que sus labios se juntan y terminan besándose.


FUNDE A:


INT   COCINA - MAÑANA

El timbre del MICROONDAS pita, dentro dos tazones dejan de dar vueltas. Al lado dos tostadas saltan de la tostadora. La cocina es pequeña, sencilla pero limpia y bien amueblada.

Por la puerta de la cocina aparece LUZ, de 32 años, una arrugas asoman a los costados de sus ojos, lleva unos pantalones de vestir y una camiseta ancha y va haciéndose una coleta por el camino. Luz llega, saca las tostadas del tostador, las pone en un plato sobre la mesa y abre el microondas.

Entra en la cocina JOAN, de 34 años que lleva el pelo corto, con bastantes canas y viste pantalón de traje y camisa. Joan se dirige hacia el microondas.

JOAN
(bostezando)
Buenos días.

LUZ
(sonriendo)
Hola cariño.

Joan besa distraídamente  a Luz en la mejilla  y coge una de las tazas del interior del microondas. Luz coge la otra y ambos se sientan a la pequeña mesa, cada uno en una esquina untando en un momento mantequilla en las tostadas y comiéndoselas apresuradamente.

LUZ
(distraída)
Hoy volveré tarde, la orquesta del colegio me ha pedido un ensayo más, quieren repasar las canciones para la fiesta de fin de curso.

Joan le da un mordisco a su tostada.

JOAN
(sonriendo)
Algún día esos niños serán grandes músicos y podrán decir que empezaron con la mejor profesora del mundo.

Joan le guiña el ojo a Luz y esta sonríe. Ambos siguen comiendo en silencio, terminan, dejan los tazones en el fregadero y salen de la cocina.

INT   SALÓN - MAÑANA

Joan se pone una chaqueta y ordena unos papeles sobre un maletín. Luz entra en el salón abrochándose los últimos botones de la camisa, coge una chaqueta a juego con sus pantalones de encima de una silla, se la pone y coge un maletín-bandolera. Ambos salen a la calle, ella poniéndose bien la coleta, él terminando de meter todos los papeles en el maletín.


CORTA A:

INT SALÓN – TARDE

Joan llega, cierra la puerta, abandona el maletín sobre la mesa y se deja caer en el sofá, donde descansa con los ojos cerrados. Finalmente reacciona, abre el maletín, coge una vieja libreta roja y un lápiz e intenta escribir algo.

El lápiz se queda quieto al lado de una página en blanco.

Joan, sentado en el sillón, se va poniendo cada vez más nervioso hasta que finalmente explota y arroja la libreta y el lápiz a la otra punta de la habitación. Joan coge aire, apoya los codos sobre sus rodillas y la cabeza entre sus manos y niega lentamente con la cabeza mientras suelta el aire que había cogido.

En ese momento entra Luz en casa.

LUZ
Hola cariño, ya he vuelto.

Luz se detiene extrañada al ver la libreta tirada en el suelo, y mira a Joan interrogante. Este levanta la cabeza y saluda sin dar explicaciones.

JOAN
(desanimado)
Hola.

Luz preocupada recoge la libreta, se acerca a Joan y e agacha en cuclillas delante de él apoyando sus brazos en las rodillas de él y la barbilla sobre estos.

LUZ
¿Qué ocurre Joan?

Joan suspira lentamente y niega con la cabeza intentando sonreír.
JOAN
No es nada.

Ambos permanecen en silencio, Joan mirando al infinito, Luz mirando a Joan.

LUZ
¿Sigues sin escribir? Hace tiempo que no escribes nada.

Joan suspira y cierra los ojos.

JOAN
No puedo.

LUZ
Tal vez pueda ayudarte.

Con los ojos cerrados, Joan niega lentamente.

JOAN
Nadie puede.

LUZ
Déjame intentarlo al menos.

Joan, en silencio, mira a Luz a los ojos y baja de nuevo la mirada.

LUZ (cont.)
Ya te ayudé una vez.

JOAN
(con una profunda tristeza)
Esta vez no puedes.

JOAN (cont.)
(cogiendo aire)
Ya no me haces volar, pajarillo.

Luz baja la vista al suelo apesadumbrada. Se levanta, aprieta con una mano el hombro de Joan y, dándole la espalda, se dirige al dormitorio.


INT   DORMITORIO – ANOCHECER

Luz, sentada en una cama de matrimonio, toca en su flauta una triste canción con las mejillas llenas de lágrimas.


INT   SALÓN – NOCHE

Joan se levanta del sillón, recoge el lápiz y la libreta y se dirige al dormitorio.


INT   DORMITORIO – NOCHE

Joan entra en la habitación y observa melancólico a Luz, que parece dormida. Joan se desviste, se pone el pijama y se acuesta.

Luz, tumbada en la cama, abre un ojo y espera a que Joan se quede dormido.

Luz se levanta, saca una maleta de debajo de la cama, la llena de ropa apresurada pero silenciosamente, se viste y sale al salón con la maleta.


INT   SALÓN – NOCHE

Luz coge la libreta y el lápiz, enciende una lamparita, que hay en una pequeña mesa, apoya la libreta sobre la mesa, escribe algo en ella y la deja ahí. Luz coge la maleta y se va de la casa.


FUNDE A:

EXT   AZOTEA VIEJA – NOCHE

Joan, sentado en el suelo, escribe en su libreta de tapas rojas.


FUNDE A:

INT   HABITACIÓN DOS – NOCHE

LUZ, de 42 años, melena corta, gafas de pasta, camisón blanco, sentada sobre una cama abre un libro. En la tapa de este se lee: “POEMAS A LUZ. DE JOAN GERAD”.
SECUENCIA DE MONTAJE             

1.) Luz, sentada en su habitación lee en alto un poema del libro de Joan.

LUZ
…no te quiero besar
ni volar tan lento.
No estoy sedienta de un mar,
sino de un ciento.

2.) Joan sentado en la azotea escribe un poema en su libreta roja. Va leyendo en alto cada verso.

JOAN
No te quiero alcanzar.
Tan sólo soñar
en la distancia.
Tan solo gritar…

3.) Luz sentada en su cama lee el libro de Joan.

LUZ
…liberando un huracán
en mi garganta,
sin darme tiempo a escapar,

JOAN (V.O.)
…sin poder parar,
blandiendo plumas contra el viento

JOAN (V.O.) Y LUZ
…tras el rastro inalcanzable
de un amor sediento.


FUNDE A:

EXT   AZOTEA VIEJA – NOCHE

Joan escribe en su libreta, de fondo suela la CANCIÓN DE JOAN. La luna llena ilumina la azotea.


CORTA A:

EXT   TEJADO VERDE

La luna llena ilumina a Luz, que toca la CANCIÓN DE JOAN sentada en lo alto de un tejado a dos aguas.

Desata tu huracán

Tú que tienes la ilusión
tú que buscas algo más
tú que te perdiste en el camino
y tras mil vueltas sin sentido
ahora sabes dónde estás.

Hay mucho más en tí
no lo dejes escapar,
ahora que conoces tu destino
ahora que te sientes vivo
ahora vuélvelo a intentar

Tú eres tu cárcel
sólo tú tienes la llave
que hace tus sueños realidad
rompe ya tus muros
abre tu alma al mundo
y déjate llevar.

Hay algo en tu interior
que te empuja a crear
rompe ya las reglas de tu juego
deja de tenerte miedo
y desata el huracán.

Tú eres tu fuerza,
tú eres tu destino,
nadie te podrá parar.
Tú sabes sentir la vida
dibujando una sonrisa
con el latir de una flor.

Tú... escucha al corazón
y en...su ritmo te hallarás
tu que bebes cualquier viento nuevo,
que llevas escrito a fuego
"soy artista" en tu mirar.
Suelta ya ese fuego,
esa fuerza que te quema,
que te impide descansar.

Tú... que tienes la ilusión
tú... sin tí no hay nadie más
tú, tú, tú, tú, tú....
Tú, desata tu huracán.

La llamaron Estrella

Sus padres la llamaron Estrella
porque estaba destinada a triunfar.
En el pueblo desde muy pequeña
se la oía entre calles cantar.

Con esa frágil voz de niña
ganó el concurso de la escuela,
ella quería ser cantante
y todos en el pueblo le decían:
"despliega tus alas y vuela".

Y vuela, vuela, vuela...
Y voló, y voló, y voló...

Llegó un verano a la gran ciudad
dispuesta a todo, radiante y bella
tenía fe en su voz
todo su pueblo creía en ella
pero su sonrisa se perdió
esperando su gran oportunidad.
Dejó muy pronto de ser doncella,
el éxito es algo que hay que pagar.

Y voló, y voló, y voló...
y nunca regresó.

Cómo explicar a tu familia
a aquellos que te vieron de niña
que te fuiste buscando la gloria
y la ciudad te escupió
en la primera alcantarilla.

Cómo narrar la historia
de un sueño hecho pedazos
a quien un día
te alzó entre sus brazos.
Cómo decir que fracasó
cómo volver al lugar donde nació.

Y agotó su voz
cantando de bar en bar
Sus padres la llamaron Estrella
porque estaba destinada a triunfar.

Artista

Desde muy pequeñita
quería ser artista.
Cada noche se escapaba
por la ventana
para ver en el teatro
quién actuaba
Y se le erizaba la piel
con cada actuación
y pensaba: "algún día
ahí estaré yo".

Nunca fue la mejor de la escuela,
porque en las horas de estudio
ella escribía mil poemas,
cuentos, canciones, teatro
y hasta una novela.

Escondida en un rincón
dibujaba en su libreta
con tres bolis de colores
que se encontró
y que guardaba cada noche
bajo su almohada.

Y su madre le decía:
María limpia la ropa,
María cuida de tu hermano,
deja ya esos dibujos
que son sueños lejanos.

Tenía genio y empeño,
era una artista,
pero nunca se atrevió
a salir de su ciudad,
pobre pajarillo,
sueña con volar
y mira sus alas
aun sin desplegar.

Ahora busca en sus hijos
sus sueños no realizados,
quiere que estudien dibujo,
teatro y piano,
pero de niños ninguno
sigue sus pasos.

Y ella espera viendo pasar los años
canta en un coro de iglesia
buscando un mundo en sus canciones
y al ver sus viejos dibujos
le invaden mil emociones.

Y se le erizaba la piel
con cada actuación
y pensaba: "algún día
ahí estaré yo".

(dedicada a mi abuela Maritxu)

Vemos un mismo cielo

Lentas dejando un rastro
se alejan las nubes
llevándose a su paso
todo cuanto tuve.

Igual que tú
se van con la mañana
se marchan de mi vida
sin dejarme nada.

Dime si tú las ves
desde tu ventana
dime que miras,
sé sincero,
que yo seré feliz
si los dos vemos
el mismo cielo.

Uuuu...

Si sé que tú me buscas
para que me encuentres
yo llenaré de luces
todo el universo.

Cuando me eches de menos
observa la luna
y estemos donde estemos
en ese momento,
sabrás que vemos
la misma luz,
que respiramos
el mismo viento.

Y aunque encuentres
que las estrellas
un día estén
apagadas,
no las riñas
no es culpa de ellas
es de mi alma
enamorada
es que sin ti
no brilla nada.

Uuuu...

Dime si tu las ves
desde tu ventana,
dime que lees
escrito en ellas
me basta con saber
que los dos vemos
el mismo cielo.

Cuando me eches de menos
mira las estrellas
y estemos donde estemos
en ese momento,
sabrás que callo
por no gritar: "te quiero"
y escribirlo
con todo el firmamento.

Quiero decirte
que ya no puedo,
quiero que sepas
que me muero,
que ya no hay un verso
en cada papel,
no sopla el viento
bajo mi piel.
Que ya no hay un verso
en cada papel,
no sopla el viento
bajo mi piel.

Vuelve

Juntos no existe el tiempo
junto a ti yo soy eterno,
juntos somos los dueños
de esta vida que es un sueño.

Juntos tocamos el cielo
con la punta de los dedos,
juntos bebimos los vientos
inventando un mundo nuevo.

Tu ritmo es el mío,
es tuya mi voz,
me siento perdido
si no estoy contigo,
si no somos dos.

Con la mente hemos volado
por mil bosques y caminos
donde yo no volveré
ahora que tú te has ido.

No lo pienses más mi niño,
no preguntes solo ven,
que sin ti no existe el amor,
que sin ti no sé quien soy yo.

Vuelve, olvida tu pasado,
vuelve, déjalo de lado,
vuelve a recitar mis poesías,
vuelve y devuélveme la vida.

Tu ritmo es el mío,
es tuya mi voz,
me siento perdido
si no estás conmigo
compartiendo una flor.

Si no estás conmigo
no quiero ser yo.

Vuelve, olvida tu pasado,
vuelve, déjalo de lado,
vuelve a recitar mis poesías,
vuelve y devuélveme la vida.

Cómo estudiar

Cómo escribir tan solo números
con el alma henchida de poemas,
cómo olvidar y ser capaz
de aprender lecciones nuevas,
cómo pensar en estudiar
si no puedo respirar.

Cómo olvidarse de un nombre
que marca el ritmo de mi ser
y no ver una mirada
que me sigue allá donde esté.

Yo no sé cómo se lee en silencio...
con tu voz martilleando mi cerebro,
cómo encontrar la paz
cuando sin ti me pierdo.
Ay, mi amor...
si ya no puedo estudiar,
dime al menos
cómo conciliar el sueño.

Despertar

Tanto tiempo vagó mi cuerpo
dando vueltas sin sentido,
tanto tiempo entre calles
buscando en la noche el olvido.

Tanto tiempo vacío,
tanto tiempo podrido,
que finalmente mi alma,
cansada del mundo,
me dio por perdido.

Y una noche, de bar en bar,
como otra noche cualquiera
algo me hizo cambiar,
dejé de ser lo que era.
Volvieron mis ojos a ver
más alla de la piel
una pasión verdadera,
volvió a latir mi corazón,
volví a soñar, a respirar,
volví a saber lo que es amar.

Y mi alma
que vagaba perdida,
que se ahogaba en mi mar,
volvió a ser la mía,
volvió a recordar,
y unas alas de fuego
la hicieron volar

Una noche cualquiera
volví a despertar.

Amigo

Dónde quedaron
las noches de estrellas y palabras,
dónde las risas,
los largos paseos, las miradas.
Ha ido pasando
lentamente el tiempo entre los dos
abriendo un surco,
separando nuestras vidas sin control.
Hace años que acabó
aquello que tanto ansié,
hace meses que olvidé
el dolor con que te amé.
Pero sé dónde fueron a parar
tus susurros, mis lágrimas, tu olor...
los momentos que pudimos compartir
se grabaron a fuego en mi voz
y esas noches que inventamos sin final
aunque ocultas, habitan mi interior.
Sé que el tiempo lo puede sepultar,
mas jamás borrará lo que sentí,
porque a ti te entregué mi corazón,
porque abriste mi alma con tu amor,
porque tu fuiste eterno para mi.

Y ahora que tú sigues tu camino
y yo el mío,
ahora que el tiempo abrió entre nosotros
un ancho río,
ahora que éramos felices
por cualquier motivo,
ahora miro a tu rivera
y te encuentro herido.

Y corriendo,
como un rayo,
sin pensarlo,
sin mirar la corriente,
sin temer a la muerte,
me acerco a ti,
te tiendo un puente,
y arriesgo mi vida
por lamer tus heridas,
por ser tu escudo humano
contra el dolor de un mudo adiós
que te quema como un disparo.
Quiero tapar tus oídos
ante esas palabras frías
tantas veces repetidas.
Te protejo, te doy la mano,
y cuando todo haya pasado
te ayudaré a caminar
de nuevo erguido,
te ayudaré a ser feliz
con lo que has vivido.
Porque eres mi amigo,
y puedes contar
siempre conmigo.

Un amor de tifón

Buscaba una lucha interior
un continuo vaivén creador
que empujase mi alma y mi voz
hacia un modo de ser superior.

Buscaba estar alerta
en cualquier ocasión
buscaba una puerta abierta
hacia mi interior.

Alguien que me enseñase
a entender mi corazón,
alguien que me amase
no con el alma,
sino con la razón.

Sólo él conseguía
sacar de mi lo mejor,
sólo con él podía
ahondar sin miedo en mi pasión.

Deseaba tener la obligación
de ganarme cada día su amor,
pero aquella lucha sin fin
antes de empezar me agotó

Deseaba tanto ser mejor
que con él no podía descansar,
no podía dejar de pensar,
no podía ser tan solo yo.

Buscaba un amor de tifón
y antes de empezar me agotó.